El diccionario
de Alemany y Bolufer, de 1917, nos hace saber que en Méjico un polvorón es un
panecillo o bizcocho.
La primera
referencia al polvorón, como alimento español, la encontramos en el diccionario
de la Academia Usual
de 1925. Lo define como “Torta, comúnmente pequeña, de harina, manteca y
azúcar, cocida en horno fuerte y que se deshace en polvo al comerla”. Esta
acepción se mantiene en todas las ediciones posteriores del Diccionario de la Academia de la Lengua Española.
Los polvorones
son un postre típico navideño, aunque en algunas regiones son consumidos a lo
largo del año (es el caso de Navarra).
Aunque la
definición no se recoge hasta el siglo XX, se cree que los polvorones fueron
originarios del siglo XVI, siendo una golosina de cristianos viejos por la
inclusión de la manteca en su fabricación. Los más populares son los de Estepa
(Sevilla) y Antequera (Málaga).
Ingredientes:
Medio kilo de
harina
1 vasito de
anís dulce
2 cucharadas
de canela
Semillas de
sésamo
Modo de
hacerlo:
Colocar la
harina extendida sobre una bandeja de horno y tostar. Este proceso puede llevar
unos 15 minutos (o alguno más).
Colocar la
almendra extendida sobre una bandeja de horno y tostar. Lo mismo que la harina.
Echamos la
manteca en un bol y la removemos, hasta que esté cremosa.
Posteriormente
vamos incorporando al bol de la manteca el azúcar, el anís y la canela y
mezclamos bien hasta que el conjunto esté bien integrado.
Añadir a estos
componentes la harina y la almendra, amasando manualmente.
Enharinamos el
banco de trabajo. Echamos la masa sobre el mismo y seguimos amasando.
Finalmente
extendemos la masa y la cortamos con un cortapastas.
Colocamos las
piezas sobre papel de horno en una bandeja.
Espolvorear
los polvorones con sésamo y presionar sobre ellos un poco para que se adhieran
bien a la masa.
Llevamos la
bandeja al horno, previamente precalentado a 180 grados centígrados y horneamos
durante unos veinte minutos.
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