La harinosa es el turrón de las
clases humildes del Maestrazgo. La receta nos la proporcionó una amiga hace ya
tiempo, ya que su abuela hacía la harinosa por Navidad en Villarroya de los
Pinares. Posteriormente otros amigos de la zona (de Allepuz y de Camarillas)
nos aseguraron que en sus años jóvenes era el turrón que ellos consumían, hecho
con el amor de los mayores para proporcionar a sus familias un periodo navideño
(gastronómicamente hablando) acorde con su condición económica.
El Maestrazgo es un territorio en
el que conviven las nogueras y los almendros, en el que las uvas se convierten
en pasas y la miel es un regalo de la naturaleza. La harina, como es normal,
está presente en las dispensas. Con estos ingredientes elaboraban la harinosa,
un magnífico producto que sólo nuestros antepasados podrían inventar para
regalarse en los días más cortos y las noches más largas del año.
Anteriormente había introducido
otra delicia navideña, típicamente turolense, como es el guirlache. Pero la harinosa es un turrón, por cierto, delicioso.
El turrón
El turrón es un dulce introducido
por los árabes en España y que suele consumirse en época navideña. El nombre
puede proceder de la palabra “torrar” que significa cocer una mezcla de miel y
frutos secos. Son famosos los turrones de Alicante y su provincia, los de
Tudela (Navarra), Agramunt (Lleida), Graus (Huesca), La Alberca (Salmanca) y, en
nuestra provincia, los de Beceite.
Algunos autores sostienen que ya
los griegos elaboraban una pasta compuesta por frutos secos (principalmente
almendras) y mieles, con el fin de que los participantes en las Olimpiadas la
consumieran como producto energético.
Sebastián de Covarrubias y
Orozco, en 1611, definía el turrón, en su “Tesoro de la Lengua Castellana ”,
como “cierta golosina que se hace de almendras, avellanas, nueces, piñones y se
tuesta con miel del mismo origen”. Según este autor la voz turrón viene del
verbo turrar, “porque se tuesta”.
La receta
Ingredientes:
Anís
Moscatel dulce
Cacahuetes, pasas, nueces y almendras, troceadicas muy
pequeñas o trituradas
Miel
Harina (mínimo, un kilo)
Modo de hacerlo:
No hay medidas porque según la abuela de Villarroya se
hace y se van echando los ingredientes según se vea la masa al gusto. Un amigo
cellano, que ya nos ha dejado, solía decirnos, a la hora de elaborar un
preparado culinario: “Añade lo que tú comprendas”. Yo he añadido 150 gramos de
cacahuetes, 150 de almendras, 150 de pasas y 150 de nueces, para un kilo de
harina.
Se coge la harina y se extiende sobre una bandeja de horno y se pone a
tostar. Antiguamente llevaban la harina en una bandeja amplia al horno del
pueblo.
Se pican los cacahuetes, las almendras y las nueces y se
cortan las pasas. Yo he picado los frutos secos colocándolos en una bolsa y,
sobre ella y también por debajo, un trapo de cocina, y pasando un rodillo arriba y abajo.
Cuando la harina está tostada se va mezclando con los
ingredientes.
Se echan el anís y el moscatel a la harina y se amasa un
poco.
Una vez amasada se le añade la miel y se vuelve a amasar (tiene
que amasarse poco a poco con cada ingrediente y la cantidad se echa según lo
que le gusta a cada uno –“lo que tú comprendas-, que nos decía Jesús”).
Una vez que ya se ha amasado todo se extiende en una
bandeja según el grosor que se quiera (en los pueblos del Maestrazgo las
abuelas lo echan en un plato hondo y tienen bastante grosor, más que el de una
pastilla de turrón). Yo lo he hecho así.
Se deja reposar un día, como mínimo, para que coja textura
y tome bien el sabor de los ingredientes.
Os puedo garantizar que está
buenísima.
Ostras, gracias por la receta. Somos de un pueblo cerca de Camarillas y había oído hablar a mi abuela de la harinosa, pero no sabía cómo prepararla. Si que tengo recetas de las pastas típicas de las fiestas y son prácticamente igual a las tuyas.
ResponderEliminar