Ya han pasado 40 días desde que nos pusimos en marcha.
El vino y las nueces que pusimos
en junio ya están a punto de mudar de aires y convertirse en una bebida
espiritual, acompañados de otros elementos estomacales.Para ello, en primer lugar colamos el vino con un colador de trapo, o ayudados de un colador normal cubierto con una gasa.
Lo echamos en un barreño para poder mezclarlo con los otros ingredientes.
Ingredientes:
Un cuarto de litro de cazalla o
anís seco por litro de vino.
Un cuarto de kilo de azúcar por
litro de vino.
Añadimos las correspondientes
cantidades de azúcar y aguardiente, removemos y lo ponemos en botellas.
Aguardamos hasta el Pilar, que
por esos tiempos ya estará casi en su punto. Y, de paso, nos hacemos con un
torta de cañamones para el cate.¿Queréis compartirlo con nosotros?
Felices vacaciones.
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