martes, 12 de noviembre de 2013

Almondiguillas de Sancho Panza

-Acá tenemos noticia, buen Sancho, que sois tan amigo de manjar blanco y de albondiguillas, que, si os sobran, las guardáis en el seno para el otro día. (Capítulo LXII de la Segunda parte de Don Quijote. Que trata de la aventura de la cabeza encantada, con otras niñerías que no pueden dejar de contarse)

Tersas, pretas y crujientes, aptas para ser llevadas en el zurrón, el saquillo, la fiambrera e, incluso, en los bolsillos. Y duran hasta que son engullidas. También pueden remojarse en variadas salsas y caldos.

Ingredientes:

Carne picada de gorrino
Sal
Pan rallado
Un huevo
Perejil
Tomillo
Romero
Harina
Aceite de oliva del Bajo Aragón

Modo de hacerlo:
Se coloca la carne en un bol, se sala.
Se añade a la carne el pan rallado; el perejil, el tomillo y el romero picados y el huevo sin batir.
Se mezcla el conjunto hasta que la masa sea homogénea.
Se coloca una sartén al fuego con aceite de oliva del Bajo Aragón.
Se forman bolas de carne, se pasan por harina y se fríen.
Una vez fritas se colocan en un plato con papel absorbente.
Listas para ser transportadas en el recipiente que consideremos adecuado.

1 comentario:

  1. Bonita historia la de estas albóndigas. Seguro que ellas solas, sin necesiadad de salsas, están bien ricas.
    Un besote

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