Tortilla de porros

En la Sierra llamamos porro al Boletus Edulis, bueno, además de a casi todo tipo de porros (el de pino, el de verano, el negro,…). El porro recibe nombres diversos en otros territorios: boleto comestible, calabaza, hongo (en castellano), cep, sureny, siuró (en catalan), udazkeneko onddozuri (en euskera) o andoa o cogordo en gallego.

Se trata de uno de los hongos más buscados y tiene la propiedad de no variar de color al ser cortado. Se consideran seta comestible por excelencia. Puede prepararse de muchas maneras aconsejadas por una amplia literatura culinaria. Es una de las setas más propicias para ser cortada en finas rodajas y dejarlas secar o conservarlas en aceite o vinagre. También puede comerse cruda; sin embargo, se aconseja cierta prudencia y no ingerir grandes cantidades. Podría provocar trastornos. Se le atribuyen propiedades anticancerígenas. Potencia mucho su aroma con el desecado.

En esta ocasión he preparado una tortilla con porros.

Ingredientes:

Porros

Aceite de oliva del Bajo Aragón

Unos cuantos dientes de ajo

Huevos

Modo de hacerlo:

Limpiar bien los porros y cortarlos en láminas ni muy pequeñas ni muy grandes.

Poner una sartén al fuego con aceite y, cuando esté caliente, añadir los trozos de porro. Dejar freír y, a mitad de fritura, añadir los dientes de ajo finamente cortados.

Batir en un bol unos cuantos huevos (yo he hecho seis).

Añadir, unas vez fritos, los porros y los ajos al bol, mezclándolos con los huevos batidos.

Colocar de nuevo la sartén al fuego y volcar el contenido del bol cuando el aceite esté caliente.

Dar la vuelta a la tortilla utilizando un plato hondo o cualquier otro artilugio que uséis comúnmente.

Una vez cuajada (la tortilla), servir.